En Chile, el Qhapaq Ñan se extendió desde el norte hasta la zona central del país, abarcando más de 2.000 km. Una muestra representativa de 112 km y 138 sitios arqueológicos están protegidos como Patrimonio Mundial en cuatro comunas de tres regiones del norte del país: Arica y Parinacota (Putre), Antofagasta (Calama, San Pedro de Atacama) y Atacama (Diego de Almagro), y está asociado con al menos 10 comunidades indígenas y locales.
En la Región de Arica y Parinacota el tramo del Qhapaq Ñan, que hasta la década del ’60 del siglo XX fue la principal vía de comunicación que unió a distintas localidades de la comuna de Putre, nos invita a preservarlo para las futuras generaciones. Por ello se está en coordinación con las comunidades del área declarada Patrimonio Mundial en Zapahuira y Socoroma, que son las que la mantuvieron y usaron durante siglos para poder conjuntamente abordar esta labor de preservación del patrimonio.
Este trabajo colaborativo se articula además con distintos actores públicos, a través de la mesa Qhapaq Ñan Arica y Parinacota, como el Gobierno Regional, y los ministerios de Obras Públicas, Interior, Desarrollo Economía (a través de Subsecretaria de Turismo y Corfo), Bienes Nacionales y Culturas, entre otros, además de la Municipalidad de Putre, con la finalidad no sólo de conservarlo, sino que también para aportar al desarrollo de las comunidades a través de la difusión y valorización del patrimonio cultural de las comunidades, así como del turismo sostenible. Este tramo no solo es un testimonio de la ingeniería y la organización de los incas y las comunidades que les precedieron, sino también un puente que conecta nuestra identidad con el pasado, enriqueciendo nuestro presente.