Aniversario del Qhapaq Ñan como Patrimonio Mundial: Una década de trabajo colaborativo para la preservación patrimonial
El Qhapaq Ñan releva y visibiliza, a través de una significativa muestra de 616 km de caminos y 308 sitios arqueológicos protegidos como Sitio Patrimonio Mundial, el impresionante sistema vial andino que en su época de máxima expansión abarcó más de 30.000 kilómetros de caminos a través de lo que hoy son Argentina, Bolivia, Chile, Colombia, Ecuador y Perú.
En Chile es conocido como el camino del Inca, y es un testimonio de la sofisticación de la ingeniería prehispánica y de la cosmovisión andina, que integra seres vivos y naturaleza, adaptándose a la geografía y características de los lugares por donde pasa, para dialogar con el paisaje. Construida sobre la base de rutas de diversos pueblos originarios, esta vasta red de caminos no solo facilitó la comunicación y el comercio durante la hegemonía incaica, sino que también integró culturas y territorios en una estructura social y económica compleja y eficiente.
La preservación del Qhapaq Ñan ha sido posible gracias al esfuerzo conjunto de comunidades originarias, locales y técnicos de los seis países involucrados. Trabajan continuamente en la documentación, conservación, valorización y difusión de este vasto patrimonio, intercambiando conocimientos y experiencias que enriquecen tanto el proyecto como la comprensión mutua entre naciones y entre saberes ancestrales y académicos.
El enfoque de conservación es integral y sustentable, buscando respetar y revitalizar las prácticas ancestrales. En este sentido, la activa participación de las comunidades locales ha sido vital como guardianas y herederas de este patrimonio, que aún está en uso como vía de comunicación en muchas de las localidades asociadas. Su conocimiento, su vínculo con el territorio y su compromiso con la preservación del Qhapaq Ñan son pilares fundamentales en esta labor.
10 años del Qhapaq Ñan en Chile
En el décimo aniversario de la declaratoria del Qhapaq Ñan como Patrimonio Mundial, el Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Serpat) destaca los esfuerzos y logros en la conservación, puesta en valor y difusión de este sistema vial andino, gracias al trabajo colaborativo con las comunidades en que se encuentra inserto, en su mayoría de origen aymara, atacameña y colla, en base a fructíferos diálogos y acuerdos.
Estos logros han sido posibles también gracias a la colaboración entre diferentes unidades del Serpat y del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), coordinados a través del Centro Nacional de Sitios Patrimonio Mundial de la Subdirección de Fomento y Gestión Patrimonial, que es la Secretaria Técnica de Qhapaq Ñan Chile; y también por los aportes y colaboraciones de distintos organismos del Estado y de especialistas externos que han estado a cargo de diversos proyectos ejecutados en estos 10 años.
En este sentido, Nélida Pozo Kudo, directora del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, destaca que "con la colaboración de especialistas en arqueología y conservación, entre otras disciplinas, se han llevado a cabo desde levantamientos digitales y estudios arqueológicos hasta trabajos de conservación y valorización, así como materiales de divulgación, para destacar la importancia cultural e histórica de este sistema vial que une comunidades en Chile y en la región andina".
"A través de talleres, charlas y actividades comunitarias, se ha fortalecido la conexión entre las comunidades y el Qhapaq Ñan, asegurando que su legado perdure y se enriquezca con el tiempo. Finalmente, reafirmamos nuestro compromiso como Serpat con la preservación y valorización del Qhapaq Ñan, para que siga siendo un símbolo de nuestra herencia cultural y una fuente de orgullo para las futuras generaciones", concluyó la directora.
Arica y Parinacota, Antofagasta y Atacama
En Chile, el Qhapaq Ñan se extendió desde el norte hasta la zona central del país, abarcando más de 2.000 km. Una muestra representativa de 112 km y 138 sitios arqueológicos están protegidos como Patrimonio Mundial en cuatro comunas de tres regiones del norte del país: Arica y Parinacota (Putre), Antofagasta (Calama, San Pedro de Atacama) y Atacama (Diego de Almagro), y está asociado con al menos 10 comunidades indígenas y locales.
La directora regional del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural en Arica y Parinacota, Lenina Barrios Atencio, manifestó que “en nuestra región el tramo del Qhapaq Ñan, que hasta la década del ’60 del siglo XX fue la principal vía de comunicación que unió a distintas localidades de la comuna de Putre, nos invita a preservarlo para las futuras generaciones. Por ello estamos en coordinación con las comunidades del área declarada Patrimonio Mundial en Zapahuira y Socoroma, que son las que la mantuvieron y usaron durante siglos para poder conjuntamente abordar esta labor de preservación del patrimonio”.
“Este trabajo colaborativo se articula además con distintos actores públicos, a través de la mesa Qhapaq Ñan Arica y Parinacota, como el Gobierno Regional, y los ministerios de Obras Públicas, Interior, Desarrollo Economía (a través de Subsecretaria de Turismo y Corfo), Bienes Nacionales y Culturas, entre otros, además de la Municipalidad de Putre, con la finalidad no sólo de conservarlo, sino que también para aportar al desarrollo de las comunidades a través de la difusión y valorización del patrimonio cultural de las comunidades, así como del turismo sostenible. Este tramo no solo es un testimonio de la ingeniería y la organización de los incas y las comunidades que les precedieron, sino también un puente que conecta nuestra identidad con el pasado, enriqueciendo nuestro presente. Por esta razón, invito a celebrar juntos este hito histórico, apreciando y protegiendo nuestro patrimonio cultural”, enfatizó la directora regional de Arica y Parinacota.
Por su parte, en la Región de Antofagasta, el Qhapaq Ñan se extendió por la zona del Alto Loa y en el Salar de Atacama. Los tramos protegidos como Patrimonio Mundial están en las comunas de Calama y San Pedro de Atacama. Al respecto, la directora regional (s) del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural en Antofagasta, Carolina Castañeda Pizarro, dijo que “El Qhapaq Ñan al ser una red de caminos es una red de vidas presentes, pasadas y futuras, una fuente de intercambio cultural y una muestra de que podemos compartir entre comunidades para avanzar en conjunto. Estos caminos milenarios nos conectan con nuestra ancestralidad y son testigos de esa herencia que se mantiene viva en nuestras comunidades. Este aniversario es una oportunidad para redescubrir nuestras raíces y celebrar la riqueza cultural que nos une, y seguir trabajando en conjunto para la protección de este invaluable patrimonio”.
“Desde nuestro cálido desierto y los majestuosos paisajes altiplánicos, estos caminos nos invitan a preservar en conjunto con las comunidades, por nuestra parte, a través de subsidios para Sitios Patrimonio Mundial, y de proyectos y/o asistencias Técnicas del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y del Consejo de Monumentos Nacionales, que ya han beneficiado a las comunidades de Cupo, Lasana, Ayquina-Turi, Catarpe, Camar y Socaire”, concluyó la directora regional (s) de Antofagasta.
Finalmente, la directora regional del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural en Atacama, Catisis Lobos Alcota, dijo que “en nuestra región, el tramo protegido como Patrimonio Mundial se encuentra en la comuna de Diego de Almagro, el que ilustra de manera inigualable la importancia y envergadura de este proyecto vial prehispánico, que logró mantener operativa por décadas una ruta para atravesar el desierto de Atacama, el más árido del mundo”.
“A través de sus antiguos senderos, el Qhapaq Ñan nos conecta con un pasado milenario, donde la historia y la cultura se entrelazan con los impresionantes paisajes del desierto y la cordillera, y para lo cual se está trabajando de manera colaborativa con la comunidad colla de Diego de Almagro para su conservación y puesta en valor. Este aniversario es una invitación a redescubrir nuestras raíces y a celebrar la rica herencia cultural que nos une”, finalizó la directora regional de Atacama.