Registro visual Comunidad Indígena Atacameña de Camar

En el Sitio Patrimonio Mundial Qhapaq Ñan, Sistema Vial Andino encontrarás 29 fotografías y 3 multimedias de 3 comunidades. Al hacer clic en el centro de cada imagen, podrás conocer la historia que cada una cuenta.

Tambo de Camar, en el tramo Camar-Peine del Qhapaq Ñan. Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
El tramo Camar-Peine del Qhapaq Ñan se extiende por 24,17 km, a lo largo de los cuales se ubican, al menos, 24 sitios arqueológicos. Entre estos se destaca el Tambo de Camar, edificación que en tiempos prehispánicos sirvió como lugar de descanso y aprovisionamiento de viajeros y caravanas.
El año 2023, la Comunidad Indígena Atacameña de Camar realizó trabajos de despeje y limpieza del Camino del Inca, con la aprobación del Consejo de Monumentos Nacionales. La iniciativa contó con una amplia participación de las mujeres de la comunidad.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Tambo de Camar

Recolección de hierbas de uso medicinal y gastronómico en el sector del Tambo de Camar, tramo Camar-Peine del Qhapaq Ñan. Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
Blanca Eliana Cruz Castro y su hija Gabriela Denise Salas Cruz recolectan pingo-pingo (Ephedra andina Poepp.), planta herbácea endémica de Chile. La infusión de sus ramas se utiliza con fines medicinales. Además, de la planta hembra se obtiene una especie de uva dulce y carnosa que se emplea en distintas preparaciones gastronómicas.
Las comuneras de Camar poseen amplios y detallados conocimientos sobre los distintos usos de las plantas del territorio, que emplean con fines alimenticios, medicinales o tintóreos, como combustible o como materia prima para la construcción y la elaboración de artesanías.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Recolección de hierbas en el Tambo de Camar

Silvia Delfina Cruz Fabián, presidenta de la agrupación de agricultores y ganaderos de Camar. Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
Cada 24 de junio –Día de San Juan– se celebra en Camar el floreamiento de los animales, momento en que los pueblos andinos marcan su ganado y agradecen a la tierra. Silvia florea sus llamas, ovejas y cabras adornándolas con flores de lanas multicolores en las orejas y, en el caso de los machos, también con pecheras o puyos.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Silvia Delfina Cruz Fabián

Matilde Cruz Fabián en su huerto. Camar, Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
Matilde Cruz, comunera del poblado de Camar, recuerda de niña ser pastora y pasar largas temporadas en las estancias y aguadas altiplánicas con los animales de su grupo familiar. En la foto se la ve junto a los muros que delimitan las melgas de su “huertillo”, donde cultiva zapallos, maíz, papas y alcayota, además de algunos árboles frutales, como higueras, granadas, chañares y algarrobos. “Nuestro finado papá nos enseñaba cómo hacer las melgas, cómo sembrar todo. Pasábamos en eso. Después, cuando ya éramos más mozos, empezamos a trabajar en la artesanía –bajadas de cama, trenzas, fajas–, y mis hermanos, en piedra”, relata.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Matilde Cristina Cruz Fabián

Molinos de agua en la quebrada, poblado de Camar. Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
En Camar, como en muchos otros pueblos andinos, los cultivos se disponen en melgas, es decir, compartimentos de tierra de extensión variable y diferentes alturas, separados entre sí por pretiles de tierra apisonada. Una red de canales distribuye el agua por los terrenos, que se riegan por inundación: cuando le corresponde su turno, el regante da el agua, que inunda por completo la melga superior hasta desbordar el pretil; entonces, el agua escurre a la melga siguiente, y así, sucesivamente, hasta la inferior. El sistema se complementaba con molinos de agua –actualmente en desuso–, que permitían aprovechar la energía hidráulica para moler diversos granos y frutos, como el del chañar y el del algarrobo. Con la harina obtenida de este último se preparaba la aloja, una bebida alcohólica fermentada.
Una de las costumbres más importantes de Camar consiste en a la limpia de canales celebrada en el mes de septiembre, trabajo comunitario que congrega a hombres, mujeres y niños. La participación de cada regante es proporcional al área cultivada o turno de riego.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Molinos de agua en Camar

Ema Soza Tejerina, comunera de Camar. Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
A los 10 años de edad, Ema Soza Tejerina comenzó a ayudar a su madre en la confección de las coronas de flores con las que se adornan las tumbas en los cementerios para el Día de Todos los Santos. Con el tiempo, perfeccionó la técnica heredada, llegando a desarrollar trabajos de mayor complejidad. “Mi mamita siempre hacía coronas, pero no de abanico… La verdad de las cosas es que el abanico a mí nadie me lo enseñó. Yo sola aprendí”, explica.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Ema Pilar Soza Tejerina

Comuneras de Camar en la estancia Turbaca. Camar, Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
Antiguamente, cada 1 de agosto la comunidad de Camar recorría a pie los caminos troperos hasta la estancia Pepina para realizar un pago a la tierra. Hoy, el traslado se efectúa en vehículo, y la ceremonia se realiza en Turbaca, lugar donde aflora una vertiente que –tras muchos intentos– logró ser canalizada hasta la localidad de Camar para el riego de los cultivos. Durante la ceremonia, los comuneros agradecen a la tierra y piden por el agua, invocando a todos los cerros y las aguadas.
En la fotografía, de izquierda a derecha, Silvia Delfina Cruz Fabián, María Cristina Tejerina Tejerina y Benita Juana Tejerina Cruz, comuneras de Camar.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Silvia Delfina Cruz Fabián, María Cristina Tejerina Tejerina y Benita Juana Tejerina Cruz

Tejido de calcetas con espinas de cactus de cardón. Estancia Turbaca. Camar, Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
Silvia Delfina Cruz Fabián, presidenta de la Agrupación De Agricultores y Ganaderos de Camar, teje un par de calcetas usando espinas de cardón (Echinopsis atacamensis) y lana obtenida de sus propios animales. Actualmente, mantiene un corral con llamas y otro con ovejas que esquila cada mes de octubre. Después de esquilar a los animales, procede a limpiar la lana y a hilarla con huso antes de ejecutar el tejido.
Junto a la agricultura y la ganadería, la artesanía es una de las principales actividades económicas en Camar. Además de los textiles en lana de oveja y pelo de llama (bajadas de cama, gorros, guantes y bufandas), se elaboran piezas utilitarias y decorativas en madera de cactus, tallados en piedra y talabartería.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Artesanía tradicional en Camar

Recolección de hierbas de uso medicinal y culinario en la estancia Turbaca. Camar, Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
María Cristina Tejerina Tejerina recolecta rica-rica (Aloysia deserticola), arbusto de intenso aroma endémico del altiplano andino. Posee propiedades medicinales y es empleada con fines culinarios en diversas preparaciones.
Las comuneras de Camar poseen amplios y detallados conocimientos sobre los usos de las plantas locales, que emplean con fines alimenticios, medicinales, tintóreos o rituales, como combustible o como materia prima para la construcción y la elaboración de artesanías.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Recolección de hierbas en Camar

Comuneras de Camar y mallkus (cerros tutelares protectores de los pueblos andinos) en la estancia Alto Paicara. Camar, Región de Antofagasta. Octubre de 2024.
Silvia Delfina Cruz Fabián, Benita Juana Tejerina Cruz y María Cristina Tejerina Tejerina observan el cerro Tumisa (5658 msnm), parte del complejo volcánico del mismo nombre. Corresponde a uno de los mallkus o cerros tutelares del poblado de Camar, a los que la comunidad dedica ceremonias en las que les ofrece alimentos y bebidas. Se los considera como antepasados que siguen vivos, proporcionando protección a los seres humanos y ocupando un papel central en la cosmovisión andina.
Fotografía de Francisco Pinilla.
Comuneras de Camar frente a mallkus (cerros tutelares)









